miércoles, 24 de febrero de 2016

¡El futuro del planeta está en nuestras manos!

¡Hola compañeros/as! Quiero compartir con vosotros este vídeo, que trata de un tema importante que nos concierne a todos/as: la extinción de las abejas. Por todos es sabido que las abejas son uno de los principales insectos encargadas de la polinización, imprescindible para la reproducción de la flora y para la cadena alimenticia en general, aparte de para nuestros cultivos (un porcentaje muy alto de los cultivos europeos y mundiales se reproducen mediante insectos polinizadores). Sin las abejas, el mundo tardaría sólo cuatro años en desaparecer tal y como lo conocemos. Pero, ¿quién o qué es el responsable de que estén desapareciendo?  Pues bien... esta es una pregunta con varias posibles respuestas, pues incluso el uso de combustibles diésel está contribuyendo a la desaparición de las abejas, pero se puede destacar la culpabilidad de cada agricultor (sobre todo, del latifundista) de sacar el máximo beneficio de su cultivo, sin importar de qué manera, lo que termina repercutiendo en la fauna de artrópodos y en el ecosistema en general de la zona.

Diversos pesticidas utilizados normalmente en los cultivos afectan a las abejas directa o indirectamente, lo que produce que sus colonias sean destruidas. El año pasado, apicultores estadounidenses vieron reducir el número de sus colmenas hasta en un cincuenta por ciento, debido a pesticidas de nueva generación llamados "nicotinoides".

Inciden en el ámbito también otros factores como los cultivos transgénicos. Un ejemplo lo podemos observar en el maíz M810 de la empresa multinacional Monsanto (una de las mayores empresas a nivel mundial dedicadas a los cultivos transgénicos y a la creación de abonos e insecticidas químicos). Éste es una variedad de maíz modificado que se "autoproteje" de los insectos que ha sido el responsable de la muerte de millones de abejas en Polonia. Las abejas, al succionar polen de las flores de este maíz, perdían el sentido de la orientación y morían al intentar volver a su colmena. Esta empresa, acorde con su escasa ética medioambiental, en lugar de corregir o dejar de comercializar su "producto" se dedicó a comprar la empresa que investigaba su maíz, eliminando así toda sospecha sobre sus cultivos modificados genéticamente y sus productos altamente nocivos para la fauna y la flora.

En mi opinión, si no cambiamos (y no dejando pasar mucho tiempo) el sistema productivo actual, difícilmente haya solución para las abejas, pero tampoco para la Tierra y todo lo que en ella existe. Este afán por enriquecerse que mueve las relaciones sociales ha llevado al ser humano a buscar el máximo beneficio de todo, aunque ello comprometa a la salud y el patrimonio ecológico de todos los demás. Algunas soluciones viables y no tan complicadas de llevar a cabo pueden ser promover cultivos ecológicos y sostenibles mediante el uso de abonos orgánicos, insecticidas y repelentes naturales (como el árbol de neem, repelente natural), o negarse a comprar alimentos cuya procedencia sea la de un campo de cultivo transgénico (aunque esto último en nuestro país sea algo si no difícil, imposible de identificar).






Si quieres ayudar en la causa de la protección de las abejas en España, además de con tus acciones en el día a día, puedes firmar esta petición movida por Greenpeace para que los gobernantes se tomen en serio la responsabilidad de esta cuestión tan importante que nos concierne a todos/as.


                                                 SALVEMOS A LAS ABEJAS

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